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Capacitación

Cómo capacitar en tiempos de crisis

Lunes 9 de febrero de 2009 - El Cronista

En épocas de turbulencias económicas, el recorte presupuestario está a la orden del día. Y la capacitación suele ser una de las primeras afectadas. Consultores de OBC dan algunas claves para que la tijera pase de largo.

“Es en la crisis que nace la inventiva, los descubrimientos y las grandes estrategias. Quien supera las crisis se supera a sí mismo sin quedar superado. Quien atribuye a la crisis sus fracasos y penurias, violenta su propio talento y respeta más a los problemas que a las soluciones. Acabemos de una vez con la única crisis amenazadora que es la tragedia de no luchar por superarla”.

Estas sabias palabras de Albert Einstein sirven como introducción para meterse de lleno en los tiempos que se están viviendo. Hoy se plantean brechas, en algunas de las cuales la capacitación y el desarrollo pueden contribuir. Pero el problema es que, muchas veces, el entrenamiento es percibido como una herramienta de fidelización de los recursos humanos, no siempre bien resuelto. Entonces, en muchos casos se lo ve como un gasto (no una inversión), con retorno incierto y difícil medición. Y, como sentenció Peter Drucker, “si no lo puedes medir, no lo puedes gestionar”.

Claro que, una vez que uno hace la medición, tiene que hacer algo con ese resultado. La clave de la capacitación reside en hacer algo a medida y crear una experiencia que resulte memorable a los participantes. “Si en una crisis la empresa lo primero que corta es la capacitación, es porque no le sirve; quiere decir que antes estaban regalando la plata, o que no entienden la utilidad de lo que hacemos. Para nosotros, las crisis son fuentes de trabajo y de oportunidades, momentos claves para trabajar sobre el rol del liderazgo y generar líderes que armen equipos motivados y unidos”, afirma Gerardo Teplitz, socio de OBC, en el marco de las jornadas sobre las “Mejores prácticas en capacitación: historia, presente y futuro”, desarrollada en la Universidad de Belgrano.

De todos modos, el experto admite que, a raíz de la crisis, se dilataron los proyectos hasta marzo. Pero enseguida hace referencia al ideograma chino que representa el concepto de crisis: la oportunidad que subyace en toda crisis radica en el cambio. Sin cambios, las crisis derivan inevitablemente en un incremento de la amenaza.

Alinearse a la estrategia

“Para que la capacitación pueda articularse como herramienta de retención debe estar articulada entre las necesidades de desarrollo y conocimiento de las personas, con las necesidades técnicas de la gente”, afirma Teplitz. Para facilitar el desarrollo, la capacitación, debe generar un halo de innovación y los resultados prácticos deben ser comprobables. A ello hay que agregarle un programa sistemático de interacción de los sectores internos, difundiendo logros y buscando la complementación con otras experiencias.

Es posible que, si se está en un sector con fuerte rotación, parte de la capacitación pueda estar más alineada con los intereses de la gente, aún cuando no esté absolutamente alineada con los intereses de corto plazo de la empresa. El valor agregado de actividades de capacitación motivantes, lúdicas y grupales contribuyen a crear un clima de pertenencia, reforzando la fidelidad.

El coaching, por ejemplo, si es desarrollado a través de recursos internos o externos valorizados por los colaboradores, suele ser una herramienta de motivación y reforzador del sentido de pertenencia. El problema es que no siempre se le presta atención al proceso, las herramientas y la capacitación efectiva en estos temas. “Se suelen ver proyectos casi estándares, que no recogen las particularidades culturales de las organizaciones, lo que conspira con los resultados y hace menos creíble la actividad”, señala Roly Boussy, socio de OBC.

El error que se comete en el mercado es brindar capacitación de equipos, pero no de personas, cuando en realidad el meridiano debería pasar por dar soluciones a medida, de modo de articular el contenido de la capacitación con el puesto, con un fuerte enfoque de la formacion técnica, donde la persona deba adecuarse a la competencia que requiere el puesto, para aportar un verdadero valor. “El sentido de nuestra existencia en la organización consiste en ayudar a hacer negocios, a lograr el bienestar de la gente y a aportar una mirada diferente. De ahí que el rol de consultor interno debe estar cercano a la estrategia del negocio”, advierte Boussy.

A su criterio, hoy se planifica poco. Sigue teniendo escasa presencia el pensamiento anticipativo y todavía se pretenden ganar partidos en un campo de juego cada día más competitivo a partir de tácticas que intentan encontrar su virtud en la habilidad de improvisar, o bien en la aplicación de respuestas obsoletas que fueron efectivas en el pasado, en lugar de utilizar la determinación metodológica de estrategias creativas adecuadas a cada circunstancia.

Los directivos de OBC hacen hincapié en desarrollar una estrategia para el área de capacitación enmarcada en la misión de la organización, pero con foco en un área específica. Luego, segmentar actitudinalmente los públicos, para entender cuáles son los intereses de cada grupo y los factores impulsores y limitantes que influyen sobre sus decisiones de compra. A su vez, es clave definir un posicionamiento claro para cada uno de ellos que represente los beneficios específicos. Clarificar el concepto, buscar la simplificación del mensaje, además de elegir el medio y la oportunidad adecuados para transmitirlo.

Mariano Gorodisch - El Cronista

 
 

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