Ver más Artículos

Salud Ocupacional

¿Están preparadas las empresas para enfrentar una epidemia?

Viernes 29 de mayo de 2009.

La irrupción de la gripe A1 plantea la necesidad de contar con planes de continuidad del negocio, en caso de que una epidemia obligue a cerrar plantas o genere un ausentismo mayor al 50%. ¿Qué están haciendo las compañías?

El nuevo virus de gripe A (H1N1) que se detectó en abril no sólo provoca alerta en los medios, sino que también obliga a las empresas a estar preparadas ante una posible epidemia con consecuencias directas en la salud de los empleados y la producción. ¿Qué pasa con los viajes corporativos hacia países que están en el foco de la infección? ¿Qué medidas de seguridad e higiene hay que tomar en las compañías? ¿Qué mecanismos se pueden implementar para seguir produciendo en forma remota?

Desde el famoso y temido efecto Y2K, que prometía hacer colapsar los sistemas informáticos mundiales el día que comenzaba el milenio, ninguna otra amenaza global ha merecido tanta preocupación. “Aunque muchas compañías tienen procedimientos para las emergencias, estos no siempre contemplan de forma adecuada una enfermedad contagiosa a gran escala”, señala un informe de la consultora Mercer.

Si bien la nueva gripe de origen porcino aún no ha demostrado su grado de peligrosidad, se transmite muy velozmente; al tratarse de un virus nuevo, la mayoría de las personas no tienen inmunidad y aún no se elaboró una vacuna que lo contrarreste. Según los expertos en Salud Pública, una pandemia puede esparcirse rápidamente, durar varios meses e infectar al 25% de la población mundial o más. Organismos de salud internacionales estiman que durante el punto más algido podría afectar hasta el 75% de la fuerza laboral.

“Para responder a este riesgo, las compañías deben monitorear la situación, poner atención a los consejos gubernamentales y de la OMS, así como examinar y modificar los planes de manejo de crisis y continuidad del negocio”, recomiendan los expertos de Mercer. En principio, cada compañía debe revisar sus controles para el manejo de riesgos, sus recursos humanos, planes para el manejo y la comunicación de crisis. Además, existen algunas pautas claves para tener en cuenta (ver recuadro). El principal objetivo de un plan de crisis es reducir la exposición al riesgo, minimizar los picos de ausencia y asegurar la continuidad del negocio.

Compañías en alerta

“Tenemos un plan de contingencias que involucra distintos tipos de crisis, no solamente epidemias”, señala Myriam Scarpelli, gerente de Relaciones Públicas de Pfizer Argentina. “El plan involucra la toma de decisiones a cargo de un grupo definido previamente para el manejo de cualquier crisis, en el que -dependiendo del tema- participa el especialista del sector vinculado”, explica. En general, la gran mayoría de las recomendaciones tienen plena vigencia y aplicación internacional. Sin embargo, cada país lo adecúa a su realidad, por ejemplo si tiene planta de manufactura o no. “En el caso de la gripe A1, se tomaron medidas puntuales en los países más afectados. Localmente se realizó una campaña de educación sobre la patología, sus alcances y consecuencias y cómo prevenirla, y por ahora se mantiene un monitoreo de la población”, precisó la ejecutiva.

En el caso de la compañía alimenticia Kraft, cuentan con un grupo para situaciones de crisis internas y externas, que se está reuniendo semanalmente a partir de la irrupción del nuevo virus de la gripe A1. “Cada país arma su propio equipo, con un director de Operaciones, de Recursos Humanos, Legales, Asuntos Corporativos y en este caso Servicio Médico también”, dice Pedro López Matheu, Director de Asuntos Corporativos de la filial local de Kraft.

“Consideramos una situación de crisis cualquier evento que pueda afectar la reputación, el negocio o la seguridad de los empleados y consumidores. Antes de la aparición del nuevo virus de la gripe nos estuvimos reuniendo por causa del dengue, en el verano, ya que nuestra planta está situada en una zona muy cercana al Delta y debíamos asegurar las condiciones de fumigación e higiene para los 3.000 empleados y casi 200 chicos en la guardería interna”, detalla López Matheu.

En los primeros días de aparición de la gripe A1 se suspendieron los viajes corporativos a México y Estados Unidos, pero esta medida luego se levantó. “Hoy se hacen los viajes, si son imprescindibles, y se establece un seguimiento desde el servicio médico”, señala Margarita Casalins, responsable de Comunicaciones Internas y Responsabilidad Social Empresaria. El plan de contingencia prevé cómo seguir trabajando en caso de pandemia, cómo reprogramar la producción y contempla la posibilidad de que parte de ella se haga fuera de la empresa. Uno de los pilares del plan de crisis es mantener una comunicación fluida con el resto del equipo y con los empleados.

Kimberly-Clark es otra de las empresas que ya está trabajando en este sentido, misión que sin duda se ve claramente alineada con el core de esta compañía , dedicada al desarrollo de productos descartables para la salud, higiene y cuidado personal con marcas de la talla de Kleenex, Huggies y Scott. La compañía cuenta con un plan de contingencia llamado Pandemic Crisis Response Plan (Plan de Respuesta ante Crisis de Pandemias), que es actualizado frente a cada situación de este tipo por el equipo de manejo de crisis.

“Con la corriente propagación del virus de la Gripe A1, estamos aplicando lo que hemos aprendido de anteriores amenazas de pandemias, como Gripe Aviar y Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS)”, confirmó Javier Blois, director médico de Kimberly-Clark Latinoamérica, quien precisó que los equipos globales del área de Health Care y Servicios de Salud ya se encuentran brindando información y orientación a clientes y empleados.

La campaña de concientización, dirigida a los empleados y extensiva a sus familias, ya está en marcha con el objetivo de transmitir medidas de precaución para prevenir la propagación de la Gripe A1 y para que las instalaciones sean lugares de trabajo saludables. Entre las actividades que han implementado y la información que han distribuido, se incluyen un programa de lavado de manos, con un amplio suministro de jabón antibacterial, toallas desechables y desinfectante para manos.

Estos productos forman parte del portfolio de Kimberly-Clark Professional y se encuentran a disposición de los empleados. Además, se incluyó en esta campaña otro de los productos de la familia, los pañuelos Kleenex, con especial énfasis en la necesidad de cubrirse la nariz y la boca, al toser o estornudar. Para difundir este contenido se han utilizado diferentes canales de comunicación: carteleras, intranets y charlas presenciales, entre otros.

Y si de viajes se trata, Kimberly toma los lineamientos del CDC (Center for Disease Control, con sede en Atlanta) y del WHO (World Health Organization). “En un principio existieron restricciones para los viajes a México. Solo aquellos viajes detectados como relevantes para el negocio se llevaron a cabo en su momento”, confirmó Blois.

Claves para el manejo de una epidemia

  • Revisar las políticas de viaje de la compañía, las políticas de higiene y evaluación médica; proporcionar gel antiséptico antibacterial, barbijos y otros materiales.

  • Identificar posibles distanciamientos sociales para minimizar la exposición y propagación de la enfermedad en el lugar de trabajo.

  • Revisar los métodos para proporcionar información actualizada sobre el tratamiento de la pandemia y el estado de negocios a los empleados.

  • Asegurar que los planes permitan al personal trabajar en casa cuando sea posible.

  • Revisar la estructura que será necesaria para manejar la crisis de forma efectiva. Esto incluye cómo implementar planes de continuidad de negocios, trabajo remoto y cambios importantes en el mercado y la cadena de suministro.

  • Incluir escenarios de pandemia en los planes de crisis.

  • Pautas a tener en cuenta en caso de pandemia.

  • Contar con una fuerza laboral alternativa o una política de trabajo remoto.

  • Monitorear la salud de la fuerza laboral en forma constante.

  • Contar con asesoramiento para manejar los impactos emocionales de la pandemia.

  • Mantener una estructura y un proceso para trabajar en colaboración con un tercer proveedor en caso de interrupción de la producción en planta propia.

Fuente: Consultora Mercer

El ADN de la AH1N1

La influenza H1N1 (a la que en un comienzo se le llamó “gripe porcina” ) es la infección por un nuevo virus de influenza detectado por primera vez en las personas en abril del 2009. Dado que se trata de un virus nuevo, la mayoría de las personas no tienen inmunidad frente a él y aún no se elaboró una vacuna específica.

¿Cómo se contagia?

Los brotes en el ser humano se están produciendo por transmisión de persona a persona. Cuando los individuos infectados tosen o estornudan, las gotitas de saliva pasan a sus manos, se depositan en superficies o quedan dispersas en el aire. Otra persona puede respirar el aire contaminado, o tocar las manos o superficies afectadas, y verse así expuesta. A fin de prevenir la propagación, hay que cubrirse la boca y la nariz con un pañuelo al toser, y lavarse las manos regularmente.

¿Cuáles son los signos y síntomas de la infección?

Los primeros signos de infección por el virus A(H1N1) consisten en un cuadro gripal, con fiebre, tos, cefalea, dolores musculares y articulares, dolor de garganta y rinorrea, y a veces vómitos y diarrea.

Fuente: Organización Mundial de la Salud. EL CRONISTA.

 
 

CMSP 2010 - contacto@cmsp.com.ar